domingo, 23 de noviembre de 2008

Días perros. I

ahora han invadido también la tarde, ya no más silencio, ya no más butacas vacías y mi voz rebotando una y otra vez contra la oscuridad. Ahora hay tardes de Café y con ello el alma del recinto resopla luz, amplia luz.

No me quejo, han sido tardes agradables, no hay mucho ruido sino una música que suena a 2008, la gente puede conversar mientras se les ofrece una lectura de poesía (hay que ver a Appu recomendando poesía como si estuviese recomendando un buen vino, las cosas que se les ocurren a los dueños), y por lo que he alcanzado a escuchar dentro de poco habrán más actividades, estos fines de semana están tomando vida, ahora tendré que trabajar horas extra.
Y la semana anterior vaya bullicio! vaya fiestas que montaron a lo largo de toda la semana! primero el concierto de ALFONSO DEL VALLE, que otra noche más lo logró, la gente encantada por las melodías, buen ambiente en la sala y la perspectiva de que se repetirá cada día martes. El míercoles se realizó la entrega de los PREMIOS COLEGA 08, un ambientazo por donde se viera, tanto me entusiasme que me arriesgue a ser descubierto y en lo bajo, muy por lo bajo tarareaba los temas mientras movía el rabo, nadie se dió cuenta.

Eso si, lo que se está convirtiendo en una pasada total son las dichosas NOCHES DEL CANGREJO, esos eventos festivos que organiza Antonio Villarán (íntimo amigo), Nuria Mezquita (alias Dalton Trompet) y Yellow Pin (mi favorito). En esta ocasión tuvieron la (ya ahora frecuentemente) genial idea de realizar un evento perfopoético en torno a la cultura de los 80!, si aquella bella etapa en la que ya retozaba una plácida madurez y veía crecer a mis cachorros, debo admitir que para encontes retozaba por los campos de Granada, el ambiente todo de la ciudad efervesciendo, todavía tengo recuerdos frescos de aquella gran etapa. Apuntaré que en el 82, utilizaba chaqueta con hombreras a lo Don Johnson.

Por el escenario desfilaron los sequaces del Cangrejo pistolero, así como invitados que pasan por el bar y sus recitales de manera esporádica, por ahí me encontré con Antonio Barquero (quie muy amablemente me saludó, como es usual), Fernando Bazán (gran versión de Ni tú ni nadie, de Alaska), los Chachi Muchachos, como salidos directamente de aquella gran década, deleitaron con temas polipoéticos, los temas me sonaron de algo, mucho. Por ahí estuvo Eduardo Chivite, un gran tipo, si algún día tengo que dejar este curro, iré directamente a su casa, me jubilaría con él. Total, que esta gente está montando fiestas todos los jueves en torno a la poesía. Federico no podría estar más contento, lástima que se aún no decida aparecer en público, dice que los años no le sientan bien.

No recuerdo bien el día en el que ocurrió, pero además de haber escuchado ya comentarios, susurros a mis espaldas, acerca de mi actitud. No sé si ya hayan hablado con alguno de los dueños, pero que la gente diga de mi que soy un tanto callado y que mi actitud no podría ser más altanera, es sinceramente despreciable. Ahora resulta que por un evento ocurrido en Madrid con los porteros de un bar, vamos a tener que pagar todos los que ejercemos tan digno oficio. Escribiré a algún diario, o dos. Esto es ofensivo, si tan bien que me comporto, en mis años había tenido quejas al respecto -y lo afirmo por la poca cantidad de periodicazos recibidos. Me consta y certifico.

Y el frío. Es una suerte que aquí se tenga un buen sistema de calefacción y no tenga que pasar por las calles cada noche. Eso me recuerda que entre el público del día jueves estuvo por aquí Valentino, un chico italiano que desde hace dos años vive en la cárcel y me consta que como muchos, está indignado por ciertas políticas sociales de su nación. Vive en la calle, pero como ocurre cuando todo marcha como tiene que marchar, pasó una gran noche perra en este lugar.

Benditos sean, perros míos.

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